Me gusta el Descodificador

Lo descubrí hace poco a través del blog de Rosa María Artal: El Descodificador de Javier Pérez Albéniz. En su entrada de hoy, en la primera posdata, escribe Albéniz:

Anoche los informativos de La Sexta ofrecieron un ejemplo perfecto de periodismo mamporrero. Mientras el resto de cadenas abrió sus noticiarios estrella con, no podía ser de otra manera, un análisis de los 17.000 folios del sumario de la investigación de la trama corrupta del PP, en La Sexta apostaron por el ministro Miguel Sebastián presentando el coche eléctrico que Renault fabricará a partir de 2011 en Valladolid. Cuesta trabajo creerlo, ¿verdad? "El caso Gürtel es la noticia más importante de la jornada", reconoció Beatriz Montañez sólo unos minutos después, en 'El Intermedio'. La explicación a este extraño criterio informativo sólo puede ser una: Sebastián es el ministro que solucionó de manera urgente el tema de la TDT de pago, esa que necesitaba Jaume Roures, propietario de Gol Tv y accionista de La Sexta. "Son aquellas pequeñas cosas…", cantaba Serrat. La buena noticia es que no podemos decir que los ministros son unos vagos: Sebastián compagina sus responsabilidades en Industria con la dirección de informativos de La Sexta.

Aunque cuando tenía 7 años quería yo de mayor ser periodista (porque tenía como ejemplo a seguir el busto parlante de Marisa Medina, nada menos, ríanse) los vericuetos de mi vida me llevaron por otros caminos medio paralelos medio perpendiculares. A lo mejor, si es usted lector o lectora aficionado a la cosa psicoanalítica, interpretaría que tanto darle a la cuestión mediática en mi blog tiene un punto de sublimación o algo... pero palabrita del niño Jesús que no quería yo ser tan monotemática por aquí ni, tampoco, hablar tanto de estómagos agradecidos, indigestos o con problemas de bilis.

Y hablando de la palabrita del niño Jesús, he visto hace poco un par de documentales de la BBC sobre el ateísmo que me han gustado mucho y me han impresionado. Escribiré sobre ellos. Espero a ver un tercero -de mi admiradoRichard Dawkins- y me pongo con el mundo de los apriorismos tozudos.