jueves, 28 de enero de 2010

Atención: La T.I.A. existe y es muy peligrosa

Recientemente pudimos ver la noticia sobre -por fin- la aparición del autor intelectual del atentado terrorista del 11M. Si bien parece que el asunto está en proceso de investigación, las pruebas encontradas apuntan a que el terrorista suicida de al Qaeda, Abu Dujana Al Khorasani, espía doble de la CIA que se quitó la vida en Afganistán asesinando a siete agentes de la inteligencia americana a finales del pasado año, ha reivindicado en varios escritos el atentado del 11-M en Madrid; según estos documentos, Al Khorasani se responsabiliza de la caída de Aznar.

Así, las montañas remotas y los desiertos lejanos igual no quedan tan lejos y hay vestigios de ellos en los subterfugios, sótanos y repliegues de algún cuartel general de pomposo nombre. Estribillo: We know now.

Hace poco vi una película: Quemar después de leer, de los hermanos Coen. Todos sus personajes son gentes de una simpleza inverosímil (y digo simpleza en el peor de los sentidos). Su protagonista (Malkovich) es un agente de la CIA -de nombre Cox- modelo Anacleto de luxe que está escribiendo unas memorias sobre toda su experiencia en la Agencia; guarda el trabajo en un CD que, por un rocambolesco procedimiento (visto lo visto más que verosímil) llega a parar a las manos de los empleados de un gimnasio (Brad Pitt y Frances McDormand), no muy listos, que intentan primero chantajear al agente Cox. La CIA intenta después seguir la pista para arreglar el entuerto que se está desarrollando, y que se complica, cuando uno de los empleados del gimnasio (Pitt) se encuentra con el amante de la mujer del agente (George Clooney). El guión se basa en la novela "Burn Before Reading: Presidents, CIA Directors, and Secret Intelligence" del ex jefe de la CIA Stansfield Turner. La peli es un divertido esperpento al estilo de los Coen; deja un poco la sensación de reflejo en un espejo colocado en un sitio donde no se mira. Top secret.

Hay también otra película interesante, ésta sobre las razones de estado variante ponte en lo peor: In the Loop; según su argumento, una serie de cuestiones impensables (por lo absurdo, ridículo, estúpido, falto de rigor, chapucero y más y más nefasto) se convierten en premisas para que los gobiernos del Reino Unido y los Estados Unidos decidan emprender una guerra (de esas ultrarrápidas y megacerteras que ya conocemos). Si la de los Coen es ácida, ésta es lo siguiente y, además, brutal y feroz porque ni caricaturiza ni hace esfuerzo ninguno en la caricatura y simplemente narra un esperpento tan desastroso como plausible. Estribillo (2 veces) si es que no nos atragantamos con las galletas.

Pero éstas son películas. Ficciones. Cuentos.

De cuentos hablé antes: de Anacleto. Me gustaban los tebeos de pequeña; una barbaridad. Anacleto, agente secreto me entusiasmaba y no digamos Mortadelo y Filemón. También me aficioné mucho a las aventuras del Súper Agente 86 en la teleserie homónima.



En fin: también ficciones.

Pero empecé hablando de cosas reales y de la realidad voy a terminar hablando; lo de ahora: esa foto de Gaspar Llamazares utilizada para recrear (¿mediante retrato robot o tontot?) la imagen de un renombrado terrorista cuyos méritos son la gravedad de sus crímenes, es, es una... Bueno, sería de mucha risa si no fuera una chapuza hecha por individuos tan, tan... eso que decía Makoki: Semos peligrosos.

viernes, 15 de enero de 2010

Haiti y la cólera de Dios

Es terrible su historia: colonizado a la fuerza y exterminada su población autóctona, escenario durante siglos de luchas entre las metrópolis colonizadoras sucesivas, entre los criollos blancos y las diferentes metrópolis, con una fuerza de trabajo constituida por esclavos que, en estos tumultos continuados, acaban por constituirse como fuerza. Fuerza, en el puro sentido sentido de la palabra fuerza, que, por una simple cuestión de número, acaba expulsando a los blancos y aboliendo la esclavitud a principios del siglo XIX. No fue la cosa más próspera desde entonces: los líderes sucesivos se dedicaron a guerrear por el poder y, una vez conseguido éste, a instaurarse como emperadores o como reyes con una única voluntad recaudatoria perpetuadora de su estirpe y sin ninguna preocupación por el progreso social; así, se reemplazó la economía agraria de las plantaciones por una agricultura de subsistencia (insuficiente a todas luces). Y ahora el terremoto.

Qué mundo este en el que vivo. Oigo por la radio que, en diversas webs abiertas para recaudar fondos para ayudar a la población haitiana, hay virus para estafar dinero a las personas generosas que colaboran y es para vomitar. También, en Las Penas del Agente Smith, he visto esto otro:



Kristie, la presentadora, cuando Robertson termina, mira a cámara en plan oh, sí, oh, sí, por favor. Repugnante.

jueves, 14 de enero de 2010

A lo loco

A veces tengo una sensación extraña; como de irrealidad o algo así aunque, quizá, suceda que los colores con los que la realidad se pinta a mí me desbordan los sentidos y me dejan noqueada. A veces pienso que soy de otro planeta porque no entiendo lo que pasa en éste y, también, que lo ignoro todo sobre  el planeta en el que vivo o que no reconozco a otros y otras que que son mis congéneres. Incluso que puede que haya dimensiones paralelas.

El otro día y en otro blog en el que manifesté mi preocupación por la minimización de mi huella ecológica y por la responsabilidad que también tenemos los ciudadanos (y ciudadanas) en la gravedad de los problemas económicos, alguien me recomendó que tuviera cuidado, que igual me encerraban en el manicomio. Aprovecho para resoponder mejor desde aquí. Que estoy a lo loco.