jueves, 18 de febrero de 2010

La carretera

No queda clara durante la película la causa de un desastre que ha cubierto el mundo de cenizas; la vida se ha agotado, el cielo es una cosa gris que de tanto en tanto estalla en llamas que abrasan los ya abrasados árboles, ruinas o chatarras, son frecuentes los terremotos y hace mucho frío. Pocos supervivientes que han superado la fase de los saqueos y las rapiñas viven y se arrastran sobre la faz de ese mundo horrible. Es frecuente el canibalismo.



Un padre y su hijo, de los buenos, de los que se cuidan mutuamente, de los que aún guardan un lugar para el amor y el respeto al otro, huyen (siempre al sur, abrigados y con el fuego en el corazón) y, hambrientos, harapientos, enfermos, ateridos y empapados, se enfrentan a las hostilidades del mundo y de los otros.

Durante el camino, y con todos los recelos y precauciones, conocen a un anciano. Éste les dice (a propósito de la catástrofe) "El caso es que había señales... pero nadie hizo caso".

4 comentarios:

kaonashi dijo...

No he visto la película, pero la novela me pareció MUY buena. Altamente recomendable.

(*4*)trazos dijo...

Lo mío es al revés: sólo vi la peli y me dejó desolada...

kaonashi dijo...

Es que es desoladora. La novela termina con una nota de esperanza (supongo que la peli también).

Lo que más me gustó de la novela es que el niño es el más humano de los dos, y eso que nació después de la catástrofe (o, al menos, es todo lo que ha conocido).

Además, la forma que tiene McCarthy de contar las cosas (muy desapegada, usa el mismo tono para escenas en las que no pasa nada como para escenas en que el peligro es real) me gustó mucho, ya que te mantiene en vilo durante toda la historia.

Y me tocó en el "alma" la relación entre el hombre y el niño.

(*4*)trazos dijo...

Pues en la peli pasa algo parecido, kaonashi: el retrato de las escenas (las terriblemente cruentas, las cotidianas de la relación de cariño entre padre e hijo o, incluso, las soñadas -por el padre- de los tiempos felices anteriores a la catástrofe) se hace de igual modo, con el mismo color desaturado y desde la misma distancia. E, igualmente, hay un lugar para la esperanza al final de la película...

En cualquier caso, desde que la vi hace ya unos días, no me abandonan sus imágenes